lunes, 20 de enero de 2014

Los mejores vídeos de homenaje a 'Sherlock'

En las últimas semanas han aparecido en internet multitud de vídeos homenajeando o parodiando de una u otra manera a 'Sherlock'. He escogido una pequeña selección de los que, posiblemente, sean los mejores o, al menos, los más famosos. Si conocéis alguno más, no dudéis en comentarlo.

  • Sherlock - Versión guitarra española: Comenzamos la selección con esta versión de la banda sonora de 'Sherlock' interpretada por un dúo de guitarra española formado por David Weese y Derek Sena. Ataviados como Holmes y Watson, no sólo nos ofrecerán un estupendo concierto sino que irán intercalando algunos de los momentos más memorables de las dos primeras temporadas de la serie.

  • Sherlock: El Musical (Temporada 3): Seguimos con la música. Esta vez, los chicos de AV Byte, los mismos que hicieron el musical de 'Super Mario 3D World' o el de 'Pokemon', nos traen el musical de la tercera temporada de 'Sherlock'. También vestidos como Holmes y Watson, el vídeo no tiene desperdicio.

  •  Sherlock Recap: Puppet Edition: Los chicos de My Puppet Tree nos ofrecen un resumen de algunos de los mejores momentos de las dos primeras temporadas en versión marionetas al más puro estilo de los 'Teleñecos'. Impresionante el momento en que Watson descubre que es una marioneta.

  • Wholock: Sherlock se encuentra con el Doctor: Y, por último, el más complejo técnicamente de todos. Como todo buen fan sabe, Mofatt y Gatiss no sólo son los cerebros de 'Sherlock', sino que también están vinculados con la serie actual de 'Doctor Who', todo un clásico de la ciencia-ficción británica. Muchos fans sueñan con que llegue el día en que ambas series tengan un cross-over pero, mientras tanto, un fan de ambas series se lo ha currado él mismo usando material videográfico de ambas series y muchísimo arte. Tanto, que cuesta mucho creer que Benedict no esté ahí, delante del TARDIS, y este no esté delante de Speedy's.

¿Cual es vuestro favorito? ¿Conocéis algún otro digno de estar aquí?


Análisis de 'Sherlock: Hist Last Vow' [Contiene 'spoilers' e hipótesis sobre cuarta temporada]

Después de dos capítulos eminentemente cómicos, repletos de gags y mucho sentido del humor, todos esperábamos que el último episodio fuese un retorno al estilo original de la serie, ese estilo más policiaco y de deducción al que nos tenían acostumbrados no sólo Moffat y Gatiss, sino también el propio Doyle. Era hora de quitarse los trajes de la boda y enfrentarse a la dura realidad. Y así fue, este episodio no defraudó a nadie, pues tuvo el tono oscuro y serio que todos esperábamos (sin renunciar, por supuesto, a algún que otro toque humorístico) pero, sin embargo, no dejó de sorprender (aunque el hecho de que sorprenda es algo que ya no nos sorprende).



El capítulo comienza precisamente con Magnussen, de quien después de dos episodios en la sombra podemos empezar a conocer su verdadera personalidad. A pesar del cambio de apellido, esta no es otra que la que todos conocemos de su original literario, Charles August Milverton, trasladada a nuestros días. Charles August vuelve a ser ese miserable chantajista cuya fortuna se construye a base de extorsionar a personas que no tienen más remedio que ponerse a sus pies si no quieren que sus más ocultos secretos salga a la luz y destruyan sus vidas. Hasta el punto de que, como veremos al final, se puede permitir el lujo de darle un lametón en la cara a Lady Smallwood (su acusadora), orinar en pleno estudio de Sherlock Holmes o humillar al mismísimo Watson sin que este pueda hacer nada. Magnussen es ese extorsionista despreciable que también era Milverton pero ahora, en pleno siglo XXI, sus poderes van mucho allá de romper matrimonios y cosas más domésticas: Magnussen es capaz de hacer temblar no sólo a Inglaterra, sino a muchas naciones. Magnussen está siendo investigado debido a sus contínuas visitas a Downing Street y, en plena vista, podemos ver cómo usa sus gafas, al estilo de las famosas Google Glass, para reconocer a las personas y extraer todos sus datos de su base de datos, incluídos sus trapos sucios. Desgraciadamente para él, Lady Smallwood no parece estar localizable en dicha base de datos, pero una simple visita a sus archivos en papel le bastará para averiguarlos, poner a Lady Smallwood en jaque y darse el lujo de darle el lametón en la cara. Y es que Magnussen es tan miserable que no se conforma con extorsionar a la gente para que le pague, sino que disfruta humillándo a las personas desde el primer momento. Como era de esperar, Lady Smallwood, ante la posibilidad de que Magnussen difunda la turbia relación de su marido con una menor de edad no duda en acudir a quien mejor le pueda ayudar: Sherlock Holmes.


Pasan los créditos y entramos en otra de esas mini-adaptaciones de otros relatos tan habituales dentro de la serie. Esta vez se trata de 'El Hombre del Labio Retorcido'. Una vecina de Mary y Watson se encuentra totalmente destrozada porque su marido lleva semanas sin aparecer, al parecer encerrado en un edificio donde se reúnen montones de drogadictos para chutarse. Aunque Watson cree que ha venido porque desea la ayuda de Sherlock Holmes, la mujer dice no conocerlo, cosa que Mary no tarda en echarle en cara a Watson: "¿Ves? A veces pasa". Holmes también lleva bastante tiempo desaparecido, así que Watson, aparentemente de mala gana pero viendo la oportunidad de ser por una vez el héroe (Mary: "¿Qué pasa contigo?" // Watson: "No pasa nada conmigo. Imagina que he dicho eso sin gritar."), decide irse en solitario al edificio para sacar de allí al marido de la señora. Mary, en pleno embarazo, no duda en apuntarse también a la 'expedición' y el propio Watson no consigue detenerla. Una auténtica discusión "doméstica" de las que Doyle nos privó de conocer y con las que Moffat y Gatiss no dudan en recrearse.


Mary y Watson llegan al edificio, Watson se guarda una barra de hierro y se acerca sólo al edificio. Nada más cruzar la puerta se tiene que enfrentar con un completo "drogata" (aunque luego será algo más que eso) que le amenaza con una navaja. Watson se comporta de una manera tan valiente como temeraria, arrebatandole la navaja y neutralizándolo mediante un esguince provocado, dejándonos bien claro que no sólo tiene una gran preparación militar, sino que también sabe aplicar en ella sus conocimientos médicos. Watson consigue localizar al vecino y, para su sorpresa, junto a él se encuentra otro "drogata" bastante familiar: Sherlock Holmes.


John le revienta la "tapadera" a Sherlock, aunque lo cierto es que es él quien se presenta. Descubrimos que ha usado el seudónimo "Shezza" entre sus "amigos" yonquis. Ambos discuten para finalmente subirse al coche, no sin llevarse también al vecino y al tipo del esguince, que resulta ser un colega de Sherlock. Todos se van directo a Saint Bart's para chequear el estado de salud de Sherlock.

Si bien es cierto que en la primera temporada se intentó sustituir la adicción original de Sherlock a la cocaína por la adicción al tabaco (algo que, en mi opinión, no tendría sentido en estos días), aquí no se cortan un pelo mostrándonos a un Sherlock totalmente drogado. Pero, como en el relato original, no se trata tanto de una adicción involuntaria sino de la necesidad de Sherlock de poder pasar desapercibido en un auténtico "fumadero" con la intención de resolver un caso, precisamente el caso de Lady Smallwood contra Magnussen, como se nos explicará más adelante.

Y es justo cuando todos llegan a Saint Bart's cuando nos encontramos con uno de los mejores momentos de Molly, ese personaje completamente inventado que no estaba en los relatos originales, pero que a buen seguro que el propio Doyle no dudaría en incorporar si aún estuviese escribiendo. Un personaje comparable a casos como el de Chloe en Smallville o Harley Quinn en la serie animada de Batman: personajes tan buenos que, a pesar de ser creados para adaptaciones, acabaron integrándose en el canon. Molly no duda en darle una serie de bofetadas a Sherlock. Bofetadas muy fuertes pero precisamente por amor, casi maternal. Porque, mucho ojo, el propio Watson dice que tienen miedo de que haya caído en eso 'otra vez', dejando claro que hubo un Holmes adicto a algo más serio que el tabaco. ¿Un guiño al original o un guiño al Holmes de 'Elementary'? A pesar de la dureza de las bofetadas, Holmes demuestra que sigue en plenas capacidades funcionales, diciendole a Molly que siente que haya roto su compromiso pero se alegra de que no lleve puesto el anillo al abofetearlo. Y como la escena no era ya rica en sí, de repente el drogata del esguince se pone a hacer deducciones sobre Watson al más puro estilo de Sherlock y descubrimos que se trata de... ¡Wiggins!!! Ni más ni menos que el jefe de los irregulares de Baker Street. De momento anda solo, pero es de esperar que en la próxima temporada lo veamos con más compañeros, todos ellos al servicio de Sherlock por unas monedas, siendo sus ojos y sus oídos allí donde él no puede llegar. ¿Serán Anderson y compañía los otros irregulares?


Y de ahí a Baker Street. Mycroft se encuentra allí con Anderson y el resto del club de fans, que han estado incluso rebuscando en la basura en busca de restos de droga. Mycroft vuelve a hacer otra referencia a que no es la primera vez que Sherlock se hace adicto, y Sherlock le confiesa entonces que todo se debe a su investigación sobre Magnussen. Mycroft, al oír el nombre en presencia de Anderson y los demás, no duda en amenazarlos con usar a los servicios secretos para llenarles los ordenadores del peor material para meterlos en la cárcel si se les ocurre mencionar dicho nombre. Mycroft le exige a Sherlock que deje en paz a Magnussen, pues no es de su incumbencia, y le dice que si se mete con Magnussen, tendrá que ir contra él también. Sherlock no se amilana un pelo y le deja muy claro, forzándolo contra la pared, que no va a detenerse ante nada.


Y de sorpresa a sorpresa, del dormitorio de Sherlock sale Janine, la dama de honor de la boda de John y Mary. Y no solo sale, sino que se mete directamente al baño donde está Sherlock duchándose. En este momento, montones de espectadores tuitearon quejándose de que Sherlock no podía tener novia. Estaba claro que no habían leído mucho al Sherlock original porque, precisamente en el relato de 'Charles August Milverton', Sherlock establece una relación con una de las sirvientas de Milverton con el mismo objetivo que aquí: poder entrar al despacho de este. Watson, que conoce perfectamente la falta de interés sexual de Sherlock no puede comprender lo que está ocurriendo. No se trata de una relación de una noche, Sherlock se lo ha currado hasta tal punto que Janine ya llama 'Mike' a Mycroft y 'Sherl' a Sherlock. Watson discute con Sherlock sobre dicha relación y este le responde con una 'frase de libro' según Watson. Está claro que algo no cuadra. A continuación, tras un montón de achuchones y una invitación para quedar a cenar en plan parejas, Sherlock se dispone a contarle la verdad sobre Magnussen. Holmes le explica el poder tan grande que tiene, cómo es capaz de controlar los secretos de todo el mundo pero Watson... aún no ha asumido lo de la cena. Según Sherlock, debajo de su casa, Appledore, se encuentran los archivos donde Magnussen , dueño de buena parte de la prensa, recopila la información con la que puede destruir a casi cualquier persona del mundo.


Y hablando del rey de Roma, Magnussen se presenta en el despacho de Holmes rodeado de su séquito de guardaespaldas. Completamente chulesco y soberbio, le dice a Sherlock que considera el despacho de Sherlock como su propia oficina, ni siquiera responde a la pregunta de Sherlock de si lo reconoce como mediador en el caso de Lady Smallwood y, tras soltarle una parrafada sobre los británicos, acaba orinando dentro de la chimenea del despacho y dejandole el pañuelo con el que se ha lavado las manos en el suelo, dejando así bien claro que no hay más posibilidad de negociación que pasar por el aro. Atención en la escena a lo que Magnussen lee en sus particulares "gafas": el nombre de la señora Hudson es Martha Louise, su apellido de soltera es Sissons, es una alcohólica a medio reformar, tiene una deuda del 21% y fue una bailarina exótica; Watson tiene una deuda del 10%, sus preferencias pornográficas son normales, su estado marital no es de importancia y sus puntos de presión son su hermana Harry (alcohólica) y Mary; Sherlock también tiene unos gustos pornográficos normales, se desconoce si tiene deudas, y tiene una larga lista de puntos de presión (los perros de Baskerville, el opio, John Watson, Irene Adler, Mycroft y Barbarroja).


Como Sherlock se queda sin posibilidad de negociación, no le queda otro remedio que pasar a la acción: se dispone a entrar en la oficina de Magnussen para conseguir las cartas y documentos con los que extorsiona a Lady Smallwood y destruirlos. Acompañado de Watson, le explica el plan: utilizar una tarjeta de entrada corrupta para que los guardias no se echen sobre él, sino que enciendan la cámara desde arriba para comprobar que se trata de Magnussen. Obviamente, no se trata de Magnussen, pero el as guardado por Sherlock es que la secretaria de este resulta ser... ¡Janine!! Por cierto, todo el plan se habría ido al traste si Magnussen acude unos minutos antes a Baker Street. En cualquier caso, Sherlock no ha dejado nada al azar y, por muy profesional que esta sea, cuenta con que no va a poder resistirse a abrirle cuando le muestre por la cámara el anillo de compromiso que le ha preparado. Watson no puede comprender semejante plan maquiavélico implicando a la pobre Janine. Lo peor es que Sherlock tampoco ha calculado como lo resolverá ya que, según él, Watson entiende más de mujeres. Al llegar arriba, Janine se encuentra en un estado semi-inconsciente. Mientras Watson la examina, Sherlock avanza el despacho de Magnussen para descubrir que Lady Smallwood le está apuntando con una pistola. Hasta aquí todo el relato ha sido prácticamente idéntico, con las lógicas traslaciones y el añadido de 'El Labio Retorcido', al de Doyle. Y, de hecho, aquí es prácticamente donde termina el relato original. Pero he aquí que Moffat y Gatiss nos han preparado una vuelta de tuerca que no podíamos esperar: ¡quien sujeta el arma no es Smallwood sino Mary Morstan!!! ¡Y, además, dispara contra Sherlock!!!


A partir de aquí, el episodio es un auténtico carrusel, un carrusel que se desvía completamente de los carriles de Doyle, aunque volverá a ellos al final. Sherlock vive una especie de experiencia cercana a la muerte pero en la que no deja de situarse en su famoso 'palacio mental'. Y por allí empiezan a desfilar buena parte de los personajes de la serie: Molly abofeteándolo y explicándole qué hacer para sobrevivir; Mycroft y el joven Sherlock, Anderson, Barbarroja (que resulta ser su perro de la infancia, al que tuvieron que sacrificar, al estilo de Orson Welles y Rosebud) y hasta el mismísimo Moriarty. Sherlock se ve incluso muerto a sí mismo.

Watson descubre lo ocurrido. Aunque pregunta a Magnussen qué ha ocurrido, este prefiere ocultar la verdad. Al mismo tiempo, Sherlock sigue visualizándose en una celda de un manicomio enfrentado a Moriarty, que con una camisa de fuerza, se burla de él por aburrido y porque se está muriendo, animándole a dar el salto. Basta con que Moriarty le recuerde que Watson está en peligro para que Sherlock encuentre las fuerzas para recuperarse inmediatamente y hacer que su corazón vuelva a latir.



Mary acude corriendo al hospital donde se encuentra con John. Allí este, en broma, le recrimina que la primera palabra que Sherlock ha dicho al despertar ha sido 'Mary'. Mientras tanto, Magnussen baja a sus archivos a sacar todo lo relativo con Mary. Janine acude a ver a Sherlock. No parece estar muy triste, ya que ha estado sacando un monton de dinero gracias a contarle a la prensa los detalles de su relación con Sherlock. Aún así, siente que este le mintiera, porque podrían haber sido buenos amigos. A continuación, ayudado por la morfina, Sherlock vuelve a visualizarse con la "mentirosa" Mary en su palacio mental. Holmes escapa del hospital y queda en paradero desconocido. Tiene que encontrarse con Mary, y eso es lo que hace. Con la ayuda de Anderson y el club de fans, consigue dirigirla al punto de encuentro deseado. Mientras tanto, Watson se pregunta por qué Sherlock ha vuelto a poner su sillón en el sitio donde estaba (antes habíamos visto que lo había quitado para poder 'ver la cocina'). En Leinster Gardens, Wiggins le da un móvil a Mary en el que recibirá una llamada de Sherlock. El lugar elegido es una metáfora de la propia Mary: en Leinster Gardens se encuentra una fachada completamente falsa, pues no existe ningún edificio detrás, sino sólo las vías del metro. Ese es el punto elegido por Sherlock para encontrarse con ella. Una proyección de una foto de ella vestida de boda sobre la pared será la forma de recibirla.

Es al final de un pasillo donde, envuelto entre las sombras, se encuentra Sherlock. En ese momento Sherlock empieza a indicarle todo lo que sabe: la verdadera Mary Morstan lleva cinco años muerta enterrada en Chiswick, por eso no tiene amistades anteriores a esa fecha (como se pudo ver en el capitulo anterior), fue capaz de reconocer el código de saltos de Magnussen cuando metió a Watson en la hoguera, recordó el número de habitacion de Sholto perfectamente y, como demuestra en esa escena disparando a una moneda al aire, tiene una puntería extraordinaria. Para su sorpresa, Holmes está detrás de ella. Holmes deduce que siendo tan buena tiradora debío disparar deliberadamente para herirlo sin matarlo. Sherlock se ofrece a ayudarla y le dice que no entiende por qué no la ayudó. Ella le dice que porque Watson no podría asumir la verdad, que lo destruiría y lo perdería para siempre, y que no habría nada en este mundo que ella no haría para impedirlo. En ese momento, lo que parece un maniquí, resulta ser Watson, que lo ha presenciado todo.


Y ahora, al más puro estilo Tarantino, damos un salto en el tiempo (después volveremos a lo que ocurre inmediatamente después de esta escena) para ver cómo se prepara la cena de Navidad en la casa de los Holmes. Parece una escena absurda pero, en mi opinión, contiene casi todas las claves de lo que será la cuarta temporada. Allí están todos: Sherlock, Mycroft, sus padres, Mary, Watson y hasta Wiggins.  Todos han sido convocados por la madre, excepto Wiggins, que está allí por ser protegido de Sherlock. Descubrimos por el periódico que Lord Smallwood se ha suicidado. Mycroft reconoce tener un portatil del que depende la seguridad del mundo al que su madre le ha colocado unas patatas encima. Atención a la señora Holmes diciendo que si alguna vez descubre quién ha disparado a su hijo no tendrá perdón, mientras va a ver a Mary y Sherlock comprueba en su reloj que quedan 7 minutos y 36 segundos para "algo". A continuación, otra perla, descubrimos que la señora Holmes (inciales M.L.) es una matemático estupenda que ha escrito un libro titulado 'Dinámica de la Combustión', mientras que su marido es un tipo normalito. En ese momento, a todo fan sherlockiano que se precie, se le enciende la bombilla, puesto que en el canon de Doyle existe otro personaje matemático que escribió un libro titulado 'Dinámica de los Asteroides': el mismísimo James Moriarty. ¿Qué es lo que quiere decir esto? ¿Es la madre de Sherlock una Moriarty? O, mejor dicho, ¿acaso son hermanos o hermanastros? Volveremos a esto después, conforme vayamos comentando más pistas sobre este dato. Pero lo cierto es que a esta escena no le sobra ni una frase ni un detalle, y no lo estamos comentando todo.


Volvemos atrás en el tiempo, al 221b. John, Sherlock y Mary tienen mucho de qué hablar para sorpresa de la señora Hudson. La discusión comienza con Watson preguntándose por qué toda la gente que le rodea es psicópata o asesina, a lo que Holmes le responde que no es cosa de los demás sino de él, que se siente atraído por el peligro y la gente que sigue ese código. Antes de que la cosa vaya a más, Holmes le dice a Watson que ahora ella es su cliente, y que deben de hacerlo a su estilo, que debe contarles su historia y ellos decidirán qué hacen. Y volvemos a la Navidad. Watson saca una memoria USB con las iniciales A.G.R.A. (como el famoso tesoro de 'El Signo de los Cuatro'). Son las verdaderas iniciales de Mary. El USB que Mary les entregó en el 221b. Mary le dijo que si la quería, no lo leyera delante de ella, porque no podría quererla después. Sherlock deduce que debe ser algún tipo de agente secreto, posiblemente de origen estadounidense y que huye tratando de ocultar un secreto que Magnussen conoce. En el comentario del episodio anterior dijimos que Mary bien podría ser una Vesper Lynd o una Tracy Draco, visto lo que le gusta 007 a los creadores de 'Sherlock'. Sin embargo, finalmente ha resultado ser más bien una Jason Bourne: agente secreto estadounidense, con un pasado oscuro del que pretende huir, con habilidades estupendas, etc... Y si todo esto es así, aquí va otra pista sobre el que creo que será el primer episodio de la cuarta temporada: una adaptación de 'El Valle del Terror'. No sólo por tener una historia detrás que sucede en Estados Unidos y que tiene que ver con organizaciones secretas, sino también por ser el único relato largo aún no adaptado y el otro gran relato donde aparece Moriarty. Pero eso es otra historia.


Mary también se había hecho amiga de Janine para poder entrar al edificio. Sherlock deduce que los sentimientos se apoderaron de Mary y fue incapaz de matarlo, así como tampoco pudo matar a Magnussen para no inculpar a Watson, que debía haber subido con Sherlock. Sherlock cae bajo los efectos de la morfina no sin antes insistirle a Watson en que confíe en Mary a pesar de todo. Volvemos a la Navidad, donde Watson decide quemar el USB no sin antes decirle a Mary: "Los problemas de tu pasado son tus problemas, los problemas de tu futuro son mis privilegios".

Mientras tanto, Sherlock y Mycroft charlan sobre Magnussen. Para Mycroft, es un mal necesario, que a veces utilizan. Sherlock está decidido a pararlo, como si de un dragón se tratara y él de un matadragones. Ojo otra vez a la madre dominante, que los pilla fumando como si fueran niños y ambos esconden rápidamente los cigarros. Mycroft le hace una proposición a Sherlock para una misión en el extranjero, sin duda alguna la misión cuyo relato da título al capítulo. Una misión del MI6 en Europa del Este que duraría unos seis meses. De repente descubrimos que el "algo" que Sherlock esperaba es que todos cayeran dormidos por efecto de algo en la bebida, excepto Watson, que debe acompañarle, y Wiggins que ha preparado la droga.

Sabemos entonces que Sherlock ha acordado con Magnussen entregarle a su hermano a cambio de que este le deje ver Appledore. Pero lo mejor de la escena es el momento en que Sherlock se pone las gafas de Magnussen para descubrir... que no hacen nada. Todo lo que hemos visto sobreimpresionado en los cristales eran pensamientos de Magnussen, no existía ningún dispositivo electrónico en ellas.



Sherlock coge el ordenador de Mycroft y se dirige con Watson a Appledore en un helicóptero que les estaba esperando. Allí son recibidos por Magnussen, que reconoce haber sido el autor del ataque a Watson aunque, según él, no pretendía matarlo y tenía a gente atenta para intervenir si era necesario. Allí conocemos la cadena de puntos de presión que ha llevado a Magnussen a apuntar a Mary. Realmente su objetivo es Mycroft, pero el punto de presión de este es Sherlock, el de Sherlock es Watson y el de Watson es Mary. Sherlock y Watson desean ver los sótanos donde Magnussen tiene la información de Mary. Para su sorpresa, no existe tal sitio. Todo está en la memoria, en el cerebro de Magnussen. Además, Magnussen no necesita poseer los documentos reales porque, en el fondo, con que teman con que los tiene, le basta para extorsionar. Todo ha sido una trampa. Magnussen ha dado aviso para que capturen a Sherlock y Watson intentando venderle secretos de estado. Magnussen humilla a Watson, dándole golpes con el dedo en la cara, sin que este pueda hacer nada más que aguantar. De repente, comienzan a aparecer helicópteros, con Mycroft en uno de ellos. Todo está perdido, pero entonces el relato vuelve al canon y, si bien no es Lady Smallwood quien dispara contra Milverton con el silencio cómplice de Holmes y Watson, esta vez será el propio Holmes el que disparé contra Magnussen con el silencio de otro Holmes (Mycroft) y, por supuesto, Watson. Un Holmes que, además, sabemos desde el primer episodio que hace trabajos para el MI6 y que, probablemente, tiene licencia para matar. Un Holmes 'sociópata altamente funcional' que acabará usando dicha posible licencia para acabar con la dictadura de extorsión de Magnussen. Y es que aquella imagen en la misma azotea de 'Skyfall' no se rodó por capricho.


Tras la muerte de Magnussen, vemos a Mycroft hablando con sus compañeros de los servicios secretos, que no saben muy bien qué hacer con Sherlock. Mycroft dice que podría llegar el momento en que necesitasen a un Sherlock Holmes, en un claro intento de defenderlo ante el homicidio cometido. Su compañero le reprocha el que pueda estar queriendo salvarlo por ser su hermano. Pero, aquí viene otra perla, Mycroft le recuerda que no tuvo ese sentimiento fraternal cuando pasó lo del 'otro'. Todo parece empezar a encajar, ¿no? Si realmente hay tres hermanos, de uno nunca nos han hablado y la madre de ambos es una Moriarty, todo encaja: Mycroft, Sherlock y Moriarty son hermanos o, al menos, hermanastros por parte de madre. Por otro lado, y quizá sería aventurar mucho, ¿no es curiosa la forma de vestir y comportarse de los padres de Holmes? Ella viste como Sherlock. Él viste como Watson. Ella es una genio de las matemáticas. Él es un tipo normal. ¿Podría ser Watson un hermanastro por parte del padre? No creo que llegue a tanto la cosa, pero yo ya empiezo a esperar cualquier cosa.


Holmes parte en esa misión, pero regreesa con el viento del este (se nota que no solo son fans del original sino también de las películas de Rathbone y Bruce, en concreto de 'Sherlock Holmes y la Voz del Terror'), pero ha de volver inmediatamente porque un extraño mensaje está en todas las teles: Moriarty, hablando a lo 'South Park', preguntando 'did you miss me?' (¿me echasteis de menos?).

Ahora viene la pregunta: ¿está Moriarty vivo? Yo no lo tengo nada claro. El mensaje que aparece en las televisiones, Picadilly, etc... muestra a Moriarty hablando al estilo de South Park, con dos imágenes distintas en las que a una se le ha movido la mandíbula. Eso se podría hacer fácilmente con una sóla foto de él. El problema es que, al final de los créditos, y no se si homenajeando a la película 'El Secreto de la Pirámide', aparecía Moriarty diciéndolo de verdad. Pero esos créditos se emitieron en la BBC en la primera emisión y parece que en otras cadenas no han aparecido. ¿Es esa aparición 'canónica' dentro de la serie? Podéis verla aquí, en el caso de que en vuestro canal no se emitiera esa versión.


En cualquier caso, creo que el mensaje podría tener una clara explicación en base a lo dicho antes. Como vmeos en la foto, el rótulo que aparece sobre impreso es, símplemente, 'Miss Me?', abreviando el 'did you', cosa que se suele hacer bastante. Pero ahora, pensemos un poco como Sherlock. ¿Quien sería 'me' (mi) en ese mensaje? Moriarty. Por tanto, si lo sustituimos nos queda 'Miss Moriarty'. ¿Y quien es Moriarty sino ese/esa gran matemático escritor/a de un libro de dinámica de algo? ¿Es todo cosa de la madre de Sherlock, la madre de los tres hermanos? Sinceramente, creo que sí, creo que todo apunta por ahí, pero uno ya vio 'Perdidos' en su día y tiene muy claro que aquello era el purgatorio hasta que los fans se dieron cuenta y llenaron internet de mensajes diciéndolo, así que no tuvieron más remedio que recular y cambiarlo todo. Por tanto, no me extrañaría que aquí ocurriera algo así, aunque está claro que las pistas del libro y la frase de Mycroft son difíciles de ver de otro modo. A no ser que ahora vayan a sacar la teoría de Sherringford o algo así, que lo dudo mucho, no veo otra manera de explicar lo de Mycroft.

Por otro lado, Mary no ha muerto como muchos podíamos esperar. Pero aún quedan seis meses para que de a luz. No sería muy canónico ver a Watson poniendo pañales, así que es posible que pase algo con ella. Hemos visto la amenaza que cierne sobre ella por parte de la madre de Holmes, aunque en ese momento no supiera que se la estaba echando a ella.

En cualquier caso, tras dos capítulos de un tono más humorístico que de costumbre, no se puede negar que, al final, la serie ha vuelto a sus raíces por todo lo alto, superándose a sí misma, en el que probablemente haya sido uno de los mejores capítulos de la serie, si no el mejor. Ahora nos tocará esperar probablemente otros dos años, aunque parece ser que podríamos tener suerte y tener un capítulo suelto por Navidad. Ojalá sea así. Mientras tanto, a la pregunta de Moriarty habrá que responder que sí, que lo echaremos de menos a él... y a todos los demás.

Holmes: "Va a soplar viento del este, Watson"
Watson: "No, no lo creo. Será otro día caliente"
Holmes: "Mi querido Watson, estamos a punto de que cambie una era, y soplará viento del este, no hay duda: un viento que nunca sopló antes en Inglaterra. Sera frío y duro, Watson. Muchos nos habremos ido antes de que empiece. Pero es el viento de Dios, no lo olvide. Y una tierra más verde, más fértil y mejor brillará al Sol cuando pase la tormenta"
Extraído de 'His Last Vow' de Conan Doyle

miércoles, 8 de enero de 2014

Análisis de 'Sherlock: The Sign of Three' (El Signo de los Tres) [Contiene spoilers]

Tras el final del capítulo anterior, donde Sherlock acababa colocándose su gorra de doble visera y saliendo a la calle para ser fotografiado por la prensa, muchos pensamos que, a partir de ese momento, todo volvería a ser más o menos como antes y este nuevo episodio sería ya un nuevo caso al estilo de los de las dos temporadas anteriores. Nada más lejos de la realidad. El tono humorístico-cómico de auto-parodia que tan presente estuvo en el primer episodio se dispara en este capítulo hasta llegar a niveles extremos. Y se nos deja ya claro desde la propia secuencia anterior a los títulos de crédito (por cierto, otra costumbre heredada de 007). Después de dos años tratando de capturar sin ningún éxito a la "Banda de los Water" (curioso apellido el de la familia de delincuentes) el inspector Lestrade logra arrinconarlos pero, en dicho momento, recibe una petición de ayuda urgente procedente de Sherlock en Baker Street. Lestrade abandona, de manera inexplicable para todos, la captura de la banda para desplazarse urgentemente a Baker Street con apoyo aéreo, terrestre, etc... Todo para descubrir, al llegar a Baker Street, que el gran problema de Sherlock no es otro que el de tener que preparar el discurso de padrino ("best man") de la boda de Watson!!!!



Continua el capítulo con una escena entre Sherlock y la señora Hudson donde esta le remarca la importancia del matrimonio y cómo este cambia la vida a las personas. Curioso que eso venga de una mujer cuyo marido acabó siendo un delincuente internacional que acabó condenado a muerte (gracias a Sherlock). Sherlock nota el vacío en la silla de Watson y se dirige a preparar su traje de boda. Mientras tanto, pasamos a una escena de mayor seriedad. El mayor Sholto, un hombre marcado por grandes cicatrices de quemaduras, prepara su uniforme militar de gala para acudir a la boda. El mayor Sholto, esta vez, no está vinculado a Mary como en los relatos de Doyle, sino que es un gran amigo de Watson. Como descubriremos después, Sholto es un personaje odiado por multitud de personas, pues perdió a un regimiento de jóvenes soldados en una operación liderada por él. Desde entonces, vive aislado del mundo, incapaz de soportar la presión y la rabia de los familiares de los soldados. Por un momento parece que el capítulo va a recuperar el tono serio de las temporadas anteriores, pero nada más lejos de la realidad.

De ahí saltamos directamente a la boda, concretamente a la salida de la iglesia. Vemos las celebraciones típicas de cualquier boda y a Sherlock emparejado con la dama de honor, la cual primero se lamenta de que Sherlock sea inmune a sus encantos, pero luego ve en sus habilidades de deducción una oportunidad genial para poder buscar pareja con su ayuda.



Y pasamos al banquete, donde descubriremos que Sherlock ha estado trabajando en los preparativos de boda, asegurándose de que todo sale sobre ruedas. Para ello, no ha dudado en cantarle las cuarenta al escolta, que fue un antiguo novio de Mary y del que Sherlock deduce que aún sigue enamorado de ella (la conclusión de la conversación no tiene desperdicio, con lo de 'sociópata altamente funcional... con tu número'). También ha estado preparando a Archie, el niño encargado de las arras, pero como se aburrían se pasaron la tarde viendo fotos de crímenes. Sherlock le ha prometido una colección de fotos de decapitaciones.

Sherlock recibe una llamada de Mycroft que, por supuesto, para remarcar aún más su asocialidad no ha acudido a la boda. Mycroft le insiste a Sherlock en que no debe involucrarse y le recuerda algo relativo a Barbarroja. ¿Tendrá que ver con el deseo infantil de Sherlock de ser pirata? Es uno de los grandes misterios de este episodio. En cualquier caso, como ya se hiciera en el primer episodio, se nos trata de insistir en la idea de que Mycroft y Sherlock no son tan similares, de que Sherlock aún tiene amigos mientras que Mycroft no. Por eso uno llega a ser el padrino de alguien como Watson mientras que el otro ni siquiera acude a la boda.

Llega el momento del discurso, que durará casi todo el capítulo y donde, como era de esperar, Sherlock comienza metiendo la pata seriamente. Tan de esperar, que en flashback se nos muestran las cómicas situaciones que se producen cuando la Señora Hudson se entera (estallando en carcajadas) o cuando la propia Molly lo comenta con Lestrade mientras sujeta un cubo con un cerebro humano. Incapaz de continuar, Sherlock decide ponerse a leer los telegramas de los invitados que no han podido asistir. Entre ellos el de Stamford, el amigo que los presentó, y, mucho ojo, el de un tal C.A.M., que después de mandarle achuchones a Mary acaba el telegrama deseando que su familia pudiera ver la boda. Y este dato, que para muchos pasó desapercibido, es probablemente uno de los más importantes del capítulo, ya que las iniciales C.A.M. se corresponden perfectamente con las del malvado Charles August Magnussen, que ya apareció en el primer episodio y que pareció ser el responsable de que estuviesen a punto de quemar a Watson. La cara de Mary cuando Sherlock lee sus iniciales no deja lugar a dudas. ¿Quién este Charles August Magnussen y cual es su relación concreta con Mary? ¿La alusión a su familia, Mary es huérfana, tendrá que ver con que él los mató? Mucho me temo que lo descubriremos con creces en el tercer y último episodio de esta temporada.



Tras este momento agridulce del que no se percata ni el propio Sherlock volvemos a la comedia con el momento en que Watson le dice a Sherlock que lo ha elegido como padrino. La reacción (o no-reacción) mientras sujeta una taza de te con un ojo humano dentro no tiene desperdicio. Y es justo después de este flashback, uno de los mejores momentos del episodio, cuando los guionistas explotan al máximo el supuesto 'aspergen' de Sherlock para que, por fin, sepa expresarse a su manera y demuestre, con su forma de explicarse, el amor que realmente siente por todos y, en especial, por su gran amigo John Watson. Ese momento de "No soy capaz de entender la felicidad ni aunque la tenga enfrente, así que si no me enteré de que me estaba pidiendo ser el padrino fue porque nunca esperé ser el mejor amigo de nadie" no tiene desperdicio y, sin duda alguna, será uno de los puntos claves de la serie. Porque si algo tiene de interés especial este episodio para cualquier "sherlockiano" es que Moffat y Gattis están tratando de rellenar un vacío existente en el canon. Todos los que han leído los relatos saben que Watson se casa con Mary, de igual modo que se deduce que dicho matrimonio se extingue posteriormente (por motivos que desconocemos). Y eso es lo que Moffat y Gattis quieren contarnos en este episodio y, muy probablemente en el siguiente.

Tras un emocionante abrazo entre Holmes y Watson, Sherlock comienza a distraer al personal comentando algunos de sus casos más recientes. Todos ellos aparecerían tras la emisión del episodio en el blog de watson: http://www.johnwatsonblog.co.uk/ . 'The Poison Giant' (el que más similitudes tiene con el relato original de 'El Signo de los Cuatro', con enano disparando dardos inluído), 'El Cliente Hueco', 'El Elefante en la habitación', 'El Guardia Ensangrentado' o el 'Hombre Efímero', siendo estos dos últimos los realmente importantes en el episodio.



El caso de 'El Guardia Ensangrentado' comienza cuando la propia Mary le insiste a Watson que debe buscarle un caso a Sherlock, para que vea que su boda no va a hacer que las cosas cambien (como le había dicho la señora Hudson). Así que Watson le hace creer que quiere quitarse de encima los preparativos de la boda y lo lleva a investigar uno de los casos que han recibido por correo: el de un joven guardia real que se siente intimidado por un extraño que lo acosa diariamente y le hace fotos. Como tienen que esperar a que este termine su turno, ambos se sientan en un banco a esperar, momento que Watson usa para sincerarse con Sherlock e insistirle en que nada va a cambiar, además de hablarle sobre la tragedia de Sholto. Pero, sin que se de cuenta, Sherlock no ha podido esperar y se ha colado disfrazado dentro del cuartel. Watson acude también. Para sorpresa de ambos, el joven guarda aparece apuñalado dentro de una ducha con la puerta cerrada por dentro y sin que ningún arma ni objeto punzante aparezca dentro de esta. Sherlock pregunta a varios invitados a la boda cómo puede haberse cometido el crimen, siendo la más curiosa la respuesta de Lestrade, que piensa que puede haber recibido algún tipo de disparo desde una rejilla o hueco en el techo, de manera similar a como ocurre en 'El Signo de los Cuatro'. Sin embargo, Sherlock descarta dicha solución inmediatamente, lo cual no deja de ser sintomático de lo que muchos ven en este episodio: un alejamiento demasiado peligroso del canon. Tras reconocer que él mismo aún no tiene una solución llegamos a uno de los momentos más polémicos del episodio: la 'borrachera' de Sherlock.

Tras volver a cuestionar a Molly por estar saliendo con Tom y recibir la respuesta poco discreta de 'estamos teniendo mucho sexo', Holmes le pide ayuda a esta para calcular la cantidad de alcohol ideal que pueden ingerir él y Watson. Mientras que Holmes se toma la salida con Watson como un experimento, Watson logra emborracharlo acabando ambos completamente beodos. Los vemos tirados en las escaleras del 221b cuando la Señora Hudson sale... ¡a tirar la basura! Y es que, según ella, la aventura no les ha durado ni dos horas. Ambos se ponen a jugar a adivinar personajes, en uno de los mejores momentos interpretativos de toda la serie. Watson es Madonna y Sherlock es él mismo. Sherlock piensa que él es Watson y sobre Watson... reconoce que no sabe quién es Madonna, que lo ha cogido de un periódico. En pleno juego aparece una enfermera con un caso. La pobre tuvo una cita con un... ¡fantasma! Un hombre que la llevó a su casa y que después nunca la volvió a llamar. Cuando fue a su casa a buscarlo descubrió que había muerto una semana antes de quedar con ella. Con una cogorza impresionante, ambos la acompañan al piso para llegar al momento más sangrante de toda la serie: Holmes vomitando sobre la moqueta. ¿Se imaginan a Peter Cushing o Jeremy Brett en semejante situación? Sin duda alguna, uno de los momentos más complicados de digerir, valga la redundancia. Al final, ambos acaban en una celda de la que los tiene que sacar Lestrade.



A continuación viene otra escena que a primera vista puede parecer otra escena más de comedia, pero una vez que se reflexiona puede tener su significado. Watson acude al 221b donde la señora Hudson le da de comer y le cuenta la historia de cuando descubrió que su marido estaba a cargo de un cártel de droga... ¿Tendrá algo que ver con lo que hay detrás de Mary y CAM? ¿No es curioso que Mary supiera descifrar tan rápidamente los mensajes que recibió de este cuando Watson estaba a punto de ser pasto de las llamas? ¿Será Mary un personaje oscuro, una Vesper Lynd? Recordemos que las referencias a 007 fueron más que constantes en el primer episodio. En contra de este argumento: la serie ya tiene un personaje de ese estilo, y se llama Irene Adler. ¿Podría Mary ser la Irene de John? Recordemos la frase de James Bond en la maravillosa novela 'Casino Royale' cuando muere Vesper Lynd, la que había sido su gran amor: 'The bitch is dead'... Por otro lado, si nos vamos a los paralelismos con 007 a mi, por ejemplo, la boda me trajo sensaciones de deja-vu de otra boda famosa: la de 007 con Tracy en '007 al Servicio Secreto de Su Majestad' (no se por qué, la señora Hudson me recordaba una y otra vez a Moneypenny). Y, bueno, ahí está lo que pasa minutos después de acabar la boda. Y este capítulo termina incluso sin que haya terminado siquiera el banquete... Pero volveremos a eso más adelante.


Llegamos a uno de los mejores momentos del episodio. Sherlock vuelve a montar su 'Mind Palace' con montones de mujeres que afirman haber vivido la misma experiencia que la enfermera. Aunque, en el mundo real, está conectado a ellas a través de múltiples chats de internet, Sherlock las visualiza como si estuvieran dentro de una especie de tribunal o parlamento. Y es aquí cuando los cameos de dos personajes se convierten en especialmente significativos: Mycroft e Irene. Pero antes de eso, y siguiendo la deducción de Sherlock llegamos a otro guiño sherlockiano: el del segundo nombre de Watson. Y es que Doyle no dejó claro cual era el significado de la 'H' y, lo que es más, en un relato Mary llegó a llamar a Watson como 'James'. De ahí que muchos piensen que se debe a que se refería a este segundo nombre, que podía ser Hamish, la forma inglesa de decir Sheumais, la forma vocativa de dicho nombre en gaélico escocés. Y Moffat y Gatiss, que son dos frikis de Sherlock Holmes (y de 007, y de 'Doctor Who' y de 'Star Trek' y de muchas cosas más) no dudan en montar una escena cómica con la forma en la que Sherlock descubre el nombre y cómo este termina estando en las invitaciones de boda. Sin embargo, la deducción que Holmes realiza a continuación gracias a darse cuenta de que el nombre estaba en las invitaciones de boda (con el cameo en su cabeza de Mycroft) es otro de los momentos negativos del episodio. Simplemente porque la enfermera pronunció dicho apellido, Holmes deduce que este 'hombre efímero' se encuentra en el banquete, dando instrucciones a Lestrade de que no deje salir a nadie. Eso sí, no falta el "Vatican Cameos" para que Watson se de por enterado de por donde van los tiros.



Mucho más afortunado es el cameo no vaticano de Irene Adler, a la cual Sherlock expulsa de inmediato por no poder perder tiempo con ella en ese momento, dejándonos claro que aunque sigue presente en su cabeza, esta no le nubla la vista a la hora de hacer su trabajo. Simplemente genial. Sherlock no tarda en darse cuenta de que el objetivo es Sholto y, con la ayuda de Archie, se da cuenta de la relación entre el asesinato del guardia real y el crimen que está a punto de cometerse. Una relación forzada que no es nada para lo que viene a continuación.

Sholto se encierra con un arma en su habitación, cuyo número Sherlock no consigue recordar, esperando a enfrentarse con su supuesto asesino. Sherlock, John y Mary intentan convencerle de que salga, cosa que él promete hacer sólo si Sherlock descubre cómo van a matarlo. Y es ahí donde Holmes se da cuenta de que realmente ya ha sido apuñalado por una hoja en la hebilla del cinturón y de que, cuando se quite el cinturón, se abrirá la herida que este ha estado conteniendo y morirá desangrado, de forma similar a como ocurrió con el guardia real. Una deducción tan forzada como poco creíble, pero que Sherlock es capaz de encontrar ante la urgencia de convertirse en la 'reina del drama', como dice Watson, dejando claro que en el caso del guardia no pudo hacerlo por carecer del estímulo de tener la necesidad inmediata.


Una pequeña pausa en la parte 'seria' para ver a Sherlock haciendo pasos de ballet frente a la dama de honor, la cual se lamenta de que Holmes sea "lo que quiera que sea", mientras espera que Lestrade le traiga al fotógrafo John Small (otro personaje del relato original), que resulta ser el asesino, pues su hermano era uno de los soldados fallecidos bajo las órdenes de Sholto.

Mucha gente se ha quejado del exceso de comicidad y de parodia de este episodio, cosa que es cierta pero que no tiene por qué ser mala. Pero, seguramente, el verdadero punto débil de este episodio es precisamente el caso en sí. Las deducciones no hay por donde cogerlas. Lo del cinturón es completamente absurdo. Lo de llegar a la conclusión del que el 'hombre efímero' está en el banquete por lo del apellido tampoco. De hecho, la solución entonces aún cuadra peor porque el fotógrafo es el único "invitado" a una boda que no recibe tarjeta de invitación. En mi opinión si a este episodio se le quita lo de la borrachera y se le retoca adecuadamente el caso y las deducciones para que tengan sentido podría haber sido un episodio redondo. Nunca en los ocho capítulos vistos hasta ahora se ha hecho un capítulo tan de "personajes" como este, por no hablar del recital interpretativo que dan Benedict y Martin. Pero eso no debería ser justificación para que se descuide de esa manera lo que a muchos nos gusta tanto de Sherlock: el hallar una solución lógica. La supuesta solución de este caso ni es lógica ni es solución.


Casi al final del capítulo llegamos al descubrimiento por parte de Sherlock de que Mary está embarazada de tres meses (de ahí el título del episodio). Y ahí puede estar la clave de todo. Me temo que Moffat y Gatiss han pulsado hasta el fondo el botón de la comedia con una clara intención: contrarrestar el sabor amargo que va a dejar el último episodio. Todos sabemos que en el canon Mary desaparece y Watson vuelve con Holmes. No consta que Watson tuviera hijos con ella. Si Mary está de tres meses, es casi seguro que o sufrirá un aborto o morirá, porque no creemos que Moffat y Gatiss vayan a llegar al punto de mostrarnos a Watson cambiando pañales. Aunque después de lo de la borrachera, vete a saber. Hemos gastado ya dos de los tres episodios y aún no sabemos prácticamente nada del verdadero villano de esta temporada, así que está claro que el próximo episodio será el suyo.


Acabamos el episodio descubriendo que Sherlock ha escrito un waltz para John y Mary, y con Sherlock abandonando la fiesta antes de que esta acabe. Sherlock no es Mycroft, ya lo ha dejado claro, pero tampoco es alguien que se pueda poner a bailar en una fiesta. Ni siquiera aunque la dama de honor, por muy atractiva que sea, lo esté deseando. Sherlock abandona la fiesta solo, como siempre, pero sabiendo que, a pesar de todo, tiene grandes amigos.

sábado, 4 de enero de 2014

Análisis de 'Sherlock: The Empty Hearse' (El Coche Fúnebre Vacío) [Contiene 'spoilers']

Tras dos años de espera, algo impensable para cualquier otra serie de televisión, 'Sherlock' ha vuelto con una nueva temporada de tres episodios. Un hiato de tiempo para que los fans se rompieran la cabeza una y otra vez intentando descifrar la forma en la que Sherlock había logrado fingir su propia muerte en ese salto desde la azotea del Hospital Saint Bart's, un lugar muy sherlockiano ya desde tiempos de Doyle pues allí fue donde se produjo el primer encuentro entre Holmes y Watson. El capítulo comienza, como todos esperábamos, con el momento en que Sherlock va a dar el gran salto. Para nuestra sorpresa, Holmes salta con un arnés para entrar rebotando en una ventana donde se encuentra con Molly, a la que da un gran beso en los labios. Mientras tanto, Watson, que ha sido atropellado por la famosa bici, es hipnotizado por Derren Brown, un famoso mentalista inglés. El cuerpo de Sherlock es sustituido por el de Moriarty, al que se le ha puesto una máscara de Sherlock. Vemos a Sherlock saliendo del hospital, todo con un estilo de la peor entrega de 'Misión Imposible'. ¿Dos años esperando para encontrarnos con esta solución? ¿Esta es la maravillosa solución que habían pensado Gatis y Moffat? Afortunadamente, no. Es sólo una teoría más ideada por Anderson, quien desde el "minisodio" que sirvió de prólogo a la nueva temporada se nos presenta como un auténtico 'friki', obsesionado por los cientos de teorías que explicarían que Sherlock hubiera sobrevivido al salto. En el fondo, Anderson se convierte así en el reflejo dentro de la serie de los cientos y cientos de fans que han pasado estos dos años igual que él, elaborando dichas teorías y tratando de explicar cómo pudo ocurrir. Anderson no para de intentar demostrar al mundo y, especialmente, a Lestrade que Holmes está vivo. Entonces sabemos por la prensa que Holmes ha sido perdonado, que el plan de Moriarty ha sido descubierto.


De ahí pasamos a Serbia. Holmes ha sido capturado por lo que queda de la organización de Moriarty y está siendo torturado. Otra demostración de sus habilidades le sirve para deshacerse de él y quedar sólo en manos de... ¡Mycroft! Y es aquí cuando descubrimos una faceta aún inexplorada en la serie, pero con claros precedentes en otros medios, empezando por el propio Doyle en 'His Last Bow': Holmes trabajando para los servicios secretos británicos. Y, más aún, Mycroft actuando como un claro precedente de 'M', el personaje de James Bond. Mycroft siempre ha sido el 'gobierno', y el Club Diógenes una tapadera de los servicios secretos. Se lo oímos decir al propio Gatiss en el especial 'Unlocking Sherlock', pero muchos recordamos el famoso cómic de Alan Moore 'La Liga de los Hombres Extraordinarios', donde se nos daba a entender que la 'M' venía precisamente de haber sido Mycroft el primero en ocupar dicho cargo . Y Gatiss y Moffat lo saben perfectamente y, para dejarlo aún más claro, sitúan a Holmes en la misma azotea y en la misma postura que Daniel Craig en 'Skyfall', justo con la excusa de que su misión es acabar con una célula terrorista que amenaza a Londres (similar a 'Skyfall' también). ¿Cabe alguna duda de las intenciones? Y, por si no se nota el homenaje a 007, también será pieza clave al final una estación de metro abandonada en las proximidades del Parlamento, una idea que ya usaron con 007 en 'Muere otro día' y que tiene mucho de real.


Tras este segmento a lo 007, nos volvemos a encontrar con Watson. Un Watson mucho más cómico que en las anteriores temporadas, quizá más en la línea del Watson de Nigel Bruce, acompañante de Basil Rathbone en 14 películas de Sherlock Holmes, que incluso del propio Watson de Doyle. Un Watson claramente marcado durante todo el capítulo por ese horrible 'bigote'. Un bigote que se usa una y otra vez como recurso cómico: Sherlock comentando que no quiere que lo vean con un anciano, la Señora Hudson insistiendole en que lo envejece y, sin duda alguna, el mejor momento, cuando Holmes le descubre que Mary sólo le ha dicho a Watson que le gusta por no quitarle la ilusión. Una mentira piadosa que luego hará que la palabra 'mentirosa' aparezca entre las decenas de cosas que Holmes descubre de ella al poco de conocerla (entre otras, cosas tan curiosas como 'amante de los gatos' o 'se hace su propio pan').

All that throbbing fan fic.

Un Watson cómico cuyo momento más gracioso pero, quizá menos creíble, es aquel en el que le confiesa a la Señora Hudson que está a punto de casarse con una mujer y esta le dice que le insinúa que ha cambiado sus gustos. ¿Realmente puede la Señora Hudson pensar así después de haberlos tenido tanto tiempo de inquilinos y de haber visto a Watson con varias chicas? No cuadra mucho, pero no se puede negar que es uno de los momentos más divertidos del capítulo.

Una Stubbs is back as Mrs. Hudson, and we couldn't be happier about that.

Un Watson a punto de casarse con Mary Morstan, que descubre la verdad sobre Sherlock en el peor de los momentos: haciéndose pasar por un camarero en plena pedida de mano. Un Watson tan disgustado cuando descubre que Mycroft, Molly y hasta 25 personas contratadas para el evento conocían lo ocurrido que no puede evitar llegar a los puños. Un Watson indignado por haber sido apartado de la verdad y, además, por haberla conocido de manera tan mala e inoportuna. Un Watson que no puede creer que su mejor amigo le haya hecho eso. Es quizá en ese momento cuando Sherlock es consciente del daño hecho. Empezamos a verlo más humano. Y no sólo nosotros, sino la propia Mary, que se ofrece para mediar y le comenta a Watson que Sherlock le cae bien. Tan humano que es capaz de decirle a Mycroft, después de otros de esos 'concursos de deducción' (precedido por una partida al 'Operación') entre ambos, que es una persona solitaria, más aún que el propio Sherlock.

It was written by Mark Gatiss, who also plays Sherlock's brother Mycroft.


Tras asistir a otra explicación absurda del club de fans 'El Coche Fúnebre Vacío', fundado por Anderson, en la que Holmes y Moriarty acaban besándose tras lanzar un muñeco por la azotea, llega otro segmento de los más geniales de toda la saga: Watson continúa su vida trabajando en su consulta de doctor mientras, simultáneamente, se nos muestra a Holmes volviendo a su trabajo. Mientras vemos a Watson resolviendo patologías bastante 'desagradables' que le son anunciadas en voz alta por Mary (testículos no descendidos, infección de la vagina...), vemos a Holmes resolviendo casos acompañado de Molly!!!! Molly se convierte en la sustituta de Watson. Y para hacerlo lo mejor posible no duda en ponerse incluso hasta el mismo estilo de ropa. Tras una serie de rápidos casos con un falso Jack el Destripador, llegamos al misterio del hombre que desaparece del vagón, que será clave en el episodio. Holmes empieza a ser más humano y le confiesa a Molly que el gran fallo de Moriarty fue pensar que la persona que él creía que era la que menos le importaba era realmente la persona que más importaba, dejando claro el papel tan importante que ella jugó en la solución. Molly lleva un anillo por lo que Holmes descubre que está saliendo con un chico. Ella le confiesa que es alguien normal, que no conoce del trabajo. Holmes le da un beso en la mejilla. Molly vuelve a ser ese personaje enamorado al que Sherlock hace tanto daño una y otra vez de manera inconsciente. Pero, esta vez, Sherlock empieza a darse cuenta. Louis Brealy, la actriz que interpreta a Molly, pondría en su Twitter, tan sólo unos minutos después de la emisión del episodio: 'Y entonces me besó'.

As is Louise Brealey as lovelorn pathologist Molly.

Y mientras Holmes resuelve sus casos, Watson vive otra de las mejores situaciones cómicas del episodio. Como todo lector sherlockiano sabrá, Holmes se presentó a Watson por primera vez en su consulta bajo un disfraz. Gatiss y Moffat vuelven a recrear la escena con un paciente con barba y bastante pervertido, que intenta venderle material pornográfico a Watson. Watson no puede creer que sea real, así que piensa que es Sherlock disfrazado, no dudando en tirar de su barba, quitarle el sombrero, etc.. Otro de esos momentos por los que todos los sherlockianos de verdad disfrutamos tanto con esta serie y no con otras...

With a wedding for John and Mary on the cards, it looks like this happy couple will have to split up.

Pero hay muchas más cosas que nos hacen indicar que Sherlock no es tan 'asocial' como pensábamos. Sherlock tiene padres (interpretados por los mismísimos padres de Benedict), y son 'normales' según Watson. Tan normales que Mycroft se los tiene que llevar a ver 'Los Miserables', lo cual para él es todo un suplicio. Curiosamente, alguien como él que se pasa las horas en un club donde no se puede hablar, no parece tener ningún miramiento a la hora de coger el móvil y ponerse a hablar en media representación teatral, si con eso consigue salir de una situación tan insoportable para él. Sabemos también que Mycroft consideraba a su hermano 'tonto' hasta que no conocieron a otros niños, dada la gran diferencia que él apreciaba entre ambos. En el fondo, durante todo el capítulo se nos trata de remarcar que Sherlock aún tiene amigos y personas que lo quieren, mientras que Mycroft es el verdadero ser solitario, tan incapaz de tener amigos como de disfrutar de un musical con sus propios padres.


Y justo cuando pensamos que Watson no va a perdonar fácilmente a Sherlock, ocurre algo inesperado: Watson es secuestrado e introducido dentro de una de las hogueras que hacen en Londres para conmemorar la muerte de Guy Fawkes, aquel católico que intentó pegarle fuego al Parlamento Británico (vease 'V de Vendetta'). Sherlock y Mary realizan una carrera en moto a través de Londres para lograr salvarlo en el último momento. Dicha salvación sirve para que Watson vuelva a acudir al 221B y pronto se vea envuelto con él en la resolución del ataque terrorista. Como de costumbre, Sherlock tarda poco en darse cuenta de que convertir a Watson en un Guy Fawkes no ha sido casualidad. Holmes reconoce a Lord Moran, un parlamentario contrario a la ley anti-terrorista, como el indivíduo misterioso del metro. Y pronto anticipa la fecha y el lugar del atentado: el 5 de noviembre en una estación de metro oculta bajo el Parlamento Británico, momento de la votación de una ley anti-terrorista en la que Moran no va a estar.


¿Y qué decir de ese momento en el que se activa la bomba y Sherlock fracasa cuando intenta hacer su técnica del 'palacio mental'? Sin duda alguna, otro momento genial en el que los guionistas dejan que Sherlock vuelva a aprovecharse de la situación para que Watson diga lo que siente de verdad. Un momento en el que yo creo que todos menos Watson nos damos cuenta de que el tiempo ha expirado y la bomba no ha explotado. Pero Sherlock no le dice nada, vuelve a abusar de él, dejando que hable como si fueran sus últimos segundos de vida.

You may have heard that Sherlock Series 3 is now definitely a thing that will be happening.

Durante este momento de la bomba, muchos nos temimos algo peor. Al empezar el capítulo esperábamos una explicación sobre la forma en la que Sherlock sobrevivió. Dicha solución seguía sin ofrecerse (salvo las dos de broma) y, encima, todo apuntaba a que el capítulo iba a terminar en un cliffhanger que nos dejaría sin saber de qué manera habían sobrevivido los dos a la bomba. Afortunadamente no fue así, y justo cuando se supone que iba a explotar la bomba se nos muestra la escena donde Sherlock le da la explicación a Anderson de cómo sobrevivió. Digo a Anderson pero podríamos decir a todos nosotros, puesto que Anderson, como he dicho antes, no es más que el reflejo de todos los fans en la serie. Una explicación que a Anderson no le convence del todo y a muchos de nosotros tampoco, pues está cogida con alfileres. A mi por ejemplo me chirría mucho que Sherlock diera tan por sentado que Moriarty se iba a suicidar dado su 'deseo de muerte'. Y, por supuesto, son tantas piezas las que Sherlock mueve en ese momento, que cuesta creer que no fallara al menos una. Gatiss y Moffat, en boca de Sherlock, nos vienen a decir que no habrá más explicación 'oficial' que esa. Que nunca sabremos si Sherlock ha mentido o no y que, lo que debe importarnos, como ya había dicho Watson, es que Holmes sigue vivo. ¿Decepcionados? Para los que seguimos en su día la serie 'Perdidos', esto casi parece un 'exceso' de información. :)

Yep, still got it.

Moran, el número 2 de la organización de Moriarty en los relatos originales, no parece tener nada que ver con este en esta re-interpretación. Aunque habrá que ver qué ocurre en los próximos capítulos, ya que Moran parece contar con la ayuda de Charles August Magnussen, otro personaje cuyo cambio de apellido (en Doyle era Milverton) podría indicar también mayores cambios en la personalidad. De hecho, si Milverton era realmente un chantajista este Magnussen, si operaba en unión con Moran, no parece serlo, pues no hubo ningún tipo de negociación a la hora de secuestrar e intentar quemar a Watson. Habrá que esperar a los próximos capítulos. Por cierto, otra conexión con 007, pues el actor que hace de Magnussen es el hermano del malvado de 'Casino Royale'.


Y con el enigma resuelto y Londres salvado, llegamos a una escena donde todos los personajes vuelven a reunirse en el 221B. Incluso Molly, con su nuevo novio Tom. Si Molly se 'disfrazó' de Watson para sustituirlo, Tom parece ir de 'Sherlock' para sustituirlo también. Un Tom cuyo atuendo vuelve a mostrar los problemas psicológicos y emocionales que a la pobre Molly le están viniendo a causa de su amor platónico por Sherlock.

Although that looks unlikely thanks to this joker, whoever he is.

Y ya está, todo vuelve a estar como antes, Sherlock se enfunda la gorra de doble visera y sale por la puerta para ser fotografiado por la nube de periodistas que lo esperan para que quede claro que Sherlock vive y ha vuelto, que es de lo que realmente iba este capítulo. Hay gente que se ha quejado porque no había mucho 'caso'. No deben haber leido 'The Empty House' o no han reparado mucho en lo que allí relató Doyle. Este capítulo ha sido hasta ahora el más profundo a nivel de personajes, uno de lo más ricos a nivel de referencias no sólo sherlockianas, sino también bondianas y, sobre todo, de referencias a los fans.

The deerstalker looks like it's a "thing" now.

Ahora sólo queda buscar en nuestros armarios o ir de compras porque a continuación tenemos una boda. ¿Asistirá Sherlock o seguirá tan asocial como de costumbre?

Por cierto, ¿alguien ha captado por qué este era el capítulo de la 'rata'?